domingo, 2 de octubre de 2011

EL SUJETO Y EL OBJETO DE NUESTRA POLITICA

Sin instituciones no podemos vivir, por eso es necesario extremar todos los cuidados posibles sobre ellas, es decir, sobre los comportamientos humanos que inciden sobre las instituciones...y mas cuando estas son de carácter publico.

En el mercado –no en la sociedad- es natural la apropiación, la sustracción, y el uso individual de los bienes adquiridos. Pero a veces este comportamiento es trasladado a las organizaciones sociales y a las instituciones, dándole un carácter “privado” a lo que debería ser publico.

Esto es lo que está pasando en Moreno

Se ha pensado que la característica fundamental de la administración de nuestro distrito es la carencia de voluntad política, y como consecuencia la desidia.

Pero pensándolo bien es mas profundo el problema, porque tales comportamientos parecen ser el resultado de la adopción de una lógica de apropiación privada de un bien de carácter publico como es el municipio.

Hace exactamente 16 años, Moreno tenia delegaciones municipales en las distintas áreas. Pero a la llegada de esta gestión, fueron cerradas sistemáticamente todas. De manera que le fue sustraída a la gente de esas localidades la posibilidad de acceder al municipio desde su territorio, distante a veces varios kilómetros, como pasa en Álvarez, Moreno sur, Moreno Norte, Trujuy y Cuartel V. Como todo quedó concentrado geográficamente en Moreno centro, también se concentró el numero de personas que pudo acceder a los bienes municipales.

De esta manera, desde el manejo autoritario y concentrado del poder publico, es decir desinformando y alejando, ha resultado menos complejo tomar decisiones que no convenían a las mayorías.

La principal decisión estatal... que no conviene a las mayorías... es la subordinación del interés de todos al individual. Eso es, nada mas ni nada menos que la definición de hegemonía. Algo es hegemónico cuando es presentado –o se hace aparecer- como algo que conviene a todos, cuando en realidad satisface el interés de unos pocos.

La primacía del interés particular de unos pocos y la hegemonía parecen ser la clave de la tremenda distorsión de nuestra realidad:

Un presupuesto de 9 millones para la salud y 50 para la basura.

Un Producto Bruto geográfico igual a la mitad del de los municipios vecinos y la aparición de parques industriales...¡privados!.

Un presupuesto total de 120 millones de dólares y carencias insoslayables (agua potable, gas natural, cloacas, transitabilidad, comunicación), sin resolver.

Una urbanización ligada íntimamente a los negocios inmobiliarios que hará eclosión en cualquier momento pues ya tiene altos costos en la calidad de vida de los vecinos de la ciudad.

Un solo hospital publico para 500.000 personas junto al Bingo mas grande del conurbano bonaerense. (El templo de la sociedad casino)

Y...sobre todo, la postergación de políticas sociales para problemas que componen la cuestión social en Moreno, como la crisis de vivienda y lote propio, el transporte y la información, la necesidad de formación y capacitación profesional, y la inexistencia de una esencial infraestructura urbana o un básico equipamiento barrial, en poblaciones extremadamente pobres.

Para el grupo hegemónico cualquier expresión diferente debe ser condenada al ninguneo. Y es por eso que muchas organizaciones sociales se cansan de luchar....¡con el municipio...! para instalar en su barrio el gas natural, algún transporte alternativo, el agua potable. Antes de nada será necesario “arreglar”, es decir, tranquilizar al poder: “esto que estamos haciendo, y todo nuestro grupo, hace votos de actuar siempre en consonancia con Ustedes, a cambio de eso dejennos trabajar”.

De esta manera la hegemonía va construyendo homogeneidad. Todos debemos ser mas o menos lo mismo...y a ese modo de ser corresponde un modelo de vinculo humano...muy parecido al del uso que se hace sobre las cosas.

Pero la política es –sobre todo- creación, de manera que este comportamiento hegemónico pega en la misma madre de la esencia política, afectando seriamente la presencia de mística y entusiasmo en la militancia oficial local. Agreguemos que no se ha fomentado el crecimiento social sino el interés individual, que muchas veces tiene en el dinero su expresión mas terminada. Bajo esta lógica especulativa de la hegemonía y del dinero las mismas personas pasan a ser objeto de oferta y demanda. Todos debemos ser útiles...a cierto proyecto individual. Pero los útiles son inanimados, y como tales, previsibles. Ya no habrá mas misterio entre nosotros. Nuestro comportamiento será previsible, como el de los bienes útiles. Nadie debe alterar esa previsibilidad, si no quiere ver en peligro su estabilidad económica, social y política. Otra manera de evitar la creación.

De esta manera ese proceso de apropiación que ejerce el poder desde la privatización del espacio publico en el marco de una politica hegemónica nos lleva a una deshumanización, a comportarnos sin ánimo y sin ánima, de la mano de una profunda despolitización. En ese marco parece “natural” el abandono, la miseria, la incomunicación, la injusticia. Eso es un aparato político.

Este es el diagnostico.

Ante eso...¿qué proponemos?

Lo primero es recuperar el carácter publico del municipio.

Porque la creación del espacio publico abierto, democrático, participativo, informado, autónomo y libre es una necesidad colectiva básica insatisfecha frente a la enorme necesidad popular.

La sociedad opulenta puede vivir sin estado, ya que si no tiene salud o educación publica recurre a la privada. Y si no tiene agua, gas, cloacas, calles transitables, se paga una casa en un country. Sin embargo el pueblo humilde necesita estado.

Pero no decimos recuperar el carácter publico del municipio para replicar el viejo y consabido estado formal. Creemos necesario avanzar hacia una nueva concepción del estado comunal. ¿Cómo es un estado que llega y contiene hasta el ultimo habitante del barrio, el mas lejano y el mas humilde?. ¿Cómo es un estado que hace lo que el pueblo quiere?. ¿Cómo es un estado comunal que se banque la heterogeneidad? ¿Como institucionalizamos tal estado?

Las instituciones son necesarias, no podemos vivir sin ellas. Ellas son un mapa de ruta para el hombre. La lengua materna por ejemplo es una institución. Y la principal institución en nuestro conurbano es el municipio.

Por lo tanto el estado municipal es nuestro principal objeto de transformación política.

Y el sujeto de la transformación es la comunidad, ya que en ella residen los derechos. De manera que desde la construcción de comunidad, y sobre todo de autoridad comunitaria, avanzamos hacia una nueva concepción del estado comunal. Y también de la política, que pasa a ser el arte de lograr lo unísono en lo colectivo. Política es ser parte de un pronunciamiento mayor. Nuevo. Y por nuevo, transformador.

Moreno ha sido en el pasado valorado y reconocido por sus organizaciones sociales. Al punto que fortalecer esa esencia no es mas que reafirmar su identidad histórica. La Comunidad Cristiana de los 70 (Pepe), la Comunidad Tierra (Caveri), la Cooperativa Pucará de Trujuy (Centro de Salud, Rolo); los Consejos de la Comunidad (Cuartel V), El Colmenar, y tantas otras...han sido la historia y serán el fundamento de una nueva construcción.

Doce palabras para resumir el trabajo que nos espera:

DECISIÓN POLITICA, para decidir hacer lo que hay que hacer.

PARTICIPACION, que incluya a todos (C. de la Comunidad).

INFORMACION, que movilice a la participación de todos.

ORGANIZACIÓN, que de forma política a la participación.

AUTONOMIA, que de arraigo y territorialidad a la participación.

CREACION, que innove en nuestros vínculos.

DESCENTRALIZACION, que garantice la presencia estatal en todo Moreno.

HORIZONTALIDAD, porque nadie es mas que nadie.

HETEROGENEIDAD, para valorar todas las expresiones.

INTEGRALIDAD, porque nadie se realiza en una comunidad que no se realiza.

HONESTIDAD Y TRANSPARENCIA, garantizada por el control institucionalizado popular.

Y COHERENCIA HISTORICA, porque quisiéramos compartir el espíritu de Artigas y San Martín; de Felipe Varela, del Chacho y de Moreno, de Peron, de Evita, del Che, de Irigoyen, de Cooke...

Y porque queremos ser continuidad de ese espíritu y de todos aquellos que vivieron intensamente cada minuto de su vida, llena el alma de entusiasmo y de fuego, a años luz de la especulación económica en sus actos, consumidos por el trabajo de unir fraternidades, de escuchar la voz de la tierra, de convertir en Grito los deseos populares, única fuente de progreso, alegría y bienestar.

Juan Ricci

miércoles, 25 de mayo de 2011

YO QUIERO

Yo quiero estar junto a los olvidados, a los que sufren marginación, a los que se encuentran privados de instrucción, a los que viven cada día una batalla por la vida....Porque a pesar de que no es mi situación, ahí encuentro mi sustancia vital, la raíz histórica y el fundamento de todas mis luchas políticas y de ahí emanan la filosofía que me inspira, la cultura que abrazo y la mística y la potencia de todos mis actos. Mi brazo es mi abrazo. Y sin quererlo me siento hermano de los verdaderos héroes de mi tierra, conocidos y desconocidos, cuyos arrojos comprendo, y sus soledades acompaño, y en el devenir de esa lealtad encuentro, a mi manera, felicidad y porvenir.

Cuartel V, 25 de mayo de 2011.

miércoles, 11 de mayo de 2011

EL TESTIMONIO DEL CHACHO PEÑALOZA

José Hernández desarrolla una investigación periodística sobre la muerte del Brigadier General Ángel Vicente Peñaloza, ocurrida el 12 de noviembre de 1863. En ella, en referencia a las flagrantes contradicciones que va encontrando en las informaciones presentadas por el mitrismo y sus distintos personajes, dirá (como Rodolfo Walsch en Operación Masacre): “Miente uno?...¿miente el otro?...¡mienten los dos!...”. Pero antes de la muerte, vean este suceso de nuestra Historia:

Después de Pavón, el Chacho levanta la bandera federal abandonada por Urquiza. Cabalga sin sombrero, ceñida la blanca melena con una vincha gaucha, seguido por cientos, y pronto miles de paisanos con sus caballos de monta y de tiro, y una media tijera de esquilar atada a una caña como lanza.

De La Rioja a Catamarca, de Mendoza a San Luís, de Córdoba a San Juan, la montonera crece levantando voluntarios en marcha triunfal. En los Llanos, el caudillo es imbatible. Por eso, el gobierno nacional manda al sacerdote Eusebio Bedoya a ofrecerle la paz. El Chacho acepta complacido y se fija el paraje de La Banderita para el cambio solemne de las ratificaciones y de los prisioneros de guerra. El acude con sus tenientes y montonera en correcta formación. El ejército de línea, conducido por los jefes mitristas Rivas, Arredondo y Sandes -los dos últimos orientales-, rodean a Bedoya.

José Hernández narra la entrega de los prisioneros nacionales tomados po
r el Chacho. "¿Ustedes dirán si los han tratado bien?", pregunta éste. "¡Viva el general Peñaloza!", fue la única respuesta.


Luego el riojano se dirige a los jefes nacionales: "¿Y bien, dónde están los míos?... ¿Por qué no me responden?... ¡Qué! ¿Será cierto lo que se dice? ¿Será verdad que todos han sido fusilados?"...
Los jefes militares de Mitre se mantenían en silencio, humillados; los prisioneros habían sido todos degollados sin piedad, como se persigue y se mata a las fieras de los bosques; las mujeres habían sido arrebatadas por los invasores... Al decir del joven periodista Hernández, formado en el periódico “La Reforma Pacifica” de Nicolás Calvo -su maestro en esas artes- Bedoya y los propios jefes militares, conmovidos, sienten asco por haberse mezclado en la negociación.La ilustración muestra a los gauchos de Peñaloza prisioneros de los oficiales de Mitre y Sarmiento. Todos serán muertos...y a lanza, para ahorrar balas.

A principios del mes de noviembre de 1863 el capitán Roberto Vera de las fuerzas nacionales mitristas sorprende a un par de docenas de seguidores de Peñaloza. "Acto continuo se les tomó declaración", dice el escueto parte de su superior, el mayor Pablo Irrazábal: seis murieron pero el séptimo habló.... Irrazábal lo manda a Vera con 30 hombres al refugio del caudillo, donde lo encuentra desayunando con su hijo adoptivo y su mujer.

El Chacho sale a recibirlo con un mate en la mano y, entregando su facón -en cuya hoja rezaba la leyenda "el que desgraciado nace / entre los remedios muere"-, le dice al capitán: "estoy rendido". Vera lo conduce a uno de los cuartos y le pone centinela de vista. Y le comunica el suceso a Irrazábal. El mayor no tarda en aparecer. Entra al cuarto y pregunta de un grito: "¿quién es el bandido del Chacho?". Una voz calma le contesta: "yo soy el general Peñaloza, pero no soy un bandido".

Inmediatamente, y sin importarle la presencia del hijastro y de doña Victoria Romero de Peñaloza, el mayor Pablo Irrazábal toma una lanza de manos de un soldado y se la clava en el vientre al general. Después lo hizo acribillar a tiros. Y mandó cortarle la cabeza y exhibirla clavada en una pica en la plaza del pueblo de Olta. Sarmiento, que nada deseaba más que esa muerte, le escribe a Mitre el 18 de noviembre: "...he aplaudido la medida, precisamente por su forma. Sin cortarle la cabeza a aquel inveterado pícaro y ponerla a la expectación, las chusmas no se habrían aquietado en seis meses".

Sin embargo Alberdi dirá:“Artigas, López, Güemes, Quiroga, Rosas, Peñalosa, como jefes, como cabezas y autoridades, son obra del pueblo, su personificación más espontánea y genuina. Sin más título que ese, sin finanzas, sin recursos, ellos han arrastrado o guiado al pueblo con más poder que los gobiernos. Aparecen con la revolución: son sus primeros soldados” (Alberdi, Juan Bautista. Los Caudillos. Colección Grandes Escritores Argentinos.). Por esta actitud de Alberdi, que en ese momento estaba en Paris, y otras relacionadas con su repudio al tratado de la Triple Alianza, Alberdi también será declarado infame traidor a la patria.

Fuente: J M Rosa.

Juan Ricci

sábado, 7 de mayo de 2011

HISTORIA DE UN MILITANTE: FELIPE VARELA


Felipe Varela tenia un campo en Guandacol, Catamarca, y era coronel de la Nación, pero por haber sido lugarteniente del Chacho Peñaloza se lo habia borrado del cuadro de oficiales del ejercito regular, y los diarios mitristas lo llamaban “bandolero” como al Chacho. Cuando Peñaloza es asesinado, Varela se exilia en Chile, desde donde conoce el texto (revelado desde Londres) del infame Tratado de la Triple Alianza declarando la guerra al Paraguay. No lo pensó dos veces, dio orden de que vendieran su campo, y compró con el producto unos pocos fusiles y dos cañones, con los que equipó como pudo a un puñado de compatriotas de su Patria Grande. Y sus ultimas monedas las gastó...¿en una banda de música...! que lo acompañaría siempre, alentando las futuras cargas de su “Ejercito de la Union Americana”. La noticia del arribo a Jachal del coronel con dos batallones de cien plazas, su armamento y su banda de música corrió como un rayo entre los contrafuertes andinos. Cientos, y luego miles de gauchos de San Juan, La Rioja , Catamarca, Mendoza, San Luis y Córdoba sacaron de su escondite la lanza de los tiempos del Chacho, custodiada como una reliquia, ensillaron el mejor caballo y, con otro de la brida, galoparon hacia el estandarte de enganche.


A los quince días el coronel contaba más de 4.000 plazas con apenas 100 carabinas. No hay uniformes, ni falta que hacen: la camiseta de frisa colorada es distintivo suficiente; un sombrero de panza de burro adornado con ancha divisa roja (“¡Viva la Unión Americana ! ¡Mueran los negreros traidores a la patria!”) protege del sol de la precordillera. Hay también una disciplina inflexible: “un soldado de la Unión Americana debe ser ejemplo de humanidad, buen comportamiento y obediencia”. Por las tardes, Varela les lee la Proclama que ha ordenado repartir por toda la República :

MANIFIESTO

“¡Argentinos! El pabellón de Mayo, que radiante de gloria flameó victorioso desde los Andes hasta Ayacucho, y que en la desgraciada jornada de Pavón cayó fatalmente en las manos ineptas y febrinas del caudillo Mitre, ha sido cobardemente arrastrado por los fangales de Estero Bellaco, Tuyutí. Curuzú y Curupaytí. Nuestra nación, tan grande en poder, tan feliz en antecedentes, tan rica en porvenir, tan engalanada en gloria, ha sido humillada como una esclava quedando empeñada en más de cien millones y comprometido su alto nombre y sus grandes destinos por el bárbaro capricho de aquel mismo porteño que después de la derrota de Cepeda, lagrimeando juró respetarla.

“Tal es el odio que aquellos fratricidas porteños tienen a los provincianos, que muchos de nuestros pueblos han sido desolados, saqueados y asesinados por los aleves puñales de los degolladores de oficio: Sarmiento, Sandes, Paunero, Campos, Irrazával y otros varios dignos de Mitre.

“¡Basta de víctimas inmoladas al capricho de mandones sin ley, sin corazón, sin conciencia! ¡Cincuenta mil víctimas inmoladas sin causa justificada dan testimonio flagrante de la triste e insoportable situación que atravesamos y es tiempo de contener! “¡Abajo los infractores de la ley! ¡Abajo los traidores de la patria! ¡Abajo los mercaderes de las cruces de Uruguayana, al precio del oro, las lágrimas y la sangre paraguaya, argentina y oriental!

“Nuestro programa es la práctica estricta de la constitución, la paz y la amistad con el Paraguay y la unión con las demás repúblicas americanas.

“¡Compatriotas nacionalistas! El campo de la lid nos mostrará el enemigo. Allí os invita a recoger los laureles del triunfo o la muerte vuestro jefe y amigo, el coronel Felipe Varela”.

El 10 de abril de 1867, en torno al jagüel de Vargas, en el camino apenas saliendo de La Rioja a Catamarca, durante siete horas desde el mediodía hasta el anochecer, se libraría la batalla más sangrienta de nuestras guerras civiles.

Los primeros días de abril el ejército “nacional” (mitrista) del Noroeste, al mando de Tabeada había tomado La Rioja, aprovechando la ausencia de su caudillo, por lo que el coronel Felipe Varela decidió volver sobre sus pasos para liberarla.
Al frente de los batallones de su montonera iban los famosos capitanes Santos Guayama, Severo Chumbita, Estanislao Medina y Sebastián Elizondo.

En plena marcha, el día 9 el caudillo invitó caballerescamente a Taboada “a decidir la suerte y el derecho de ambos ejércitos” en un combate fuera de la ciudad “a fin de evitar que esa sociedad infeliz sea víctima de los horrores consiguientes a la guerra y el teatro de excesos que ni yo ni V.S. podremos evitar”. Pero Taboada no era caballero y no respondió. Ubicó sus fuerzas en el Pozo de Vargas, una hondonada de donde se sacaba barro para ladrillos, en el camino por donde venían las montoneras.

El sitio fue elegido con habilidad porque Varela llegaría con sus gauchos al mediodía del 10, fatigados y sedientos por una marcha extenuante, a todo galope y sin descanso. Mientras, los “nacionales” habían destruido los jagüeles del camino, dejando solamente el de Vargas, a la entrada misma de la ciudad, a un par de kilómetros del centro. Taboada les dejará el pozo de agua como cebo, disimulando en su torno los cañones y rifles; sus soldados eran menos que los guerrilleros, pero la superioridad de armamento y posición era enorme.

En efecto, la montonera se arrojó sedienta sobre el pozo y fue recibida por el fuego del ejército de línea. Una tras otra durante siete horas se sucedieron las cargas de los gauchos a lanza seca contra la imbatible posición parapetada de los cañones y rifles de Taboada. En una de esas Varela, siempre el primero en cargar, cayó con su caballo muerto junto al pozo. Una de las tantas mujeres que seguían a su ejército –que hacían de enfermeras, cocineras del rancho y amantes, pero que también empuñaban la lanza con brazo fuerte y ánimo templado cuando las cosas apretaban- se arrojó con su caballo en medio de la refriega para salvar a su jefe. Se llamaba Dolores Díaz pero todos la conocían como “ la Tigra ”. En ancas de la Tigra el caudillo escapó a la muerte.

Al atardecer de ese trágico día de otoño se dieron las últimas y desesperadas cargas, y con ellas se terminaron de hundir todas las esperanzas de un levantamiento federal del interior en favor de la nación paraguaya de Francisco Solano López y la “guerra de la Unión Americana ”. Con un puñado de sobrevivientes apenas, Felipe Varela dio la orden de retirada, diciendo –despechado- al volver las bridas: “¡Otra cosa sería / armas iguales!”.

La retirada se hizo en orden y Taboada no estaba tampoco en condiciones de perseguir a los vencidos. Pero del aguerrido y heroico ejército de 5.000 gauchos que llegaron sedientos al Pozo de Vargas al mediodía, apenas quedaban 180 hombres la noche de ese dramático 10 de abril de 1867. Los demás han muerto, fueron heridos o escaparon para juntarse con el caudillo en el lugar que los citase, que resultó ser la villa de Jáchal. Pero Taboada también había pagado su precio: “La posición del ejército nacional –informa a Mitre- es muy crítica, después de haber perdido sus caballerías, o la mayor parte de ellas, y gastado sus municiones, pues en La Rioja no se encontrará quien facilite cómo reponer sus pérdidas”. En efecto, como nadie le facilitaba alimentos ni caballos voluntariamente, saqueó la ciudad durante tres días.

Alto, enjuto, de mirada penetrante y severa prestancia, Felipe Varela o el Quijote de los Andes, era capaz de dejar todo: la estancia, el ama, la sobrina, los consejos prudentes del cura y los razonamientos cuerdos del barbero, para echarse al campo con el lanzón en la mano y el yelmo de Mabrino en la cabeza, por una causa que considerase justa. Aunque fuera una locura. Fue lo que hizo en 1866, frisando en los cincuenta años, edad de ensueños y caballerías. Pero a este Quijote todo un pueblo lo seguiría por los llanos.

Después del desastre de Pozo de Vargas no se siente vencido. Llega a Jáchal entre el repique de las campanas y el júbilo del pueblo entero. A los pocos días sus fuerzas aumentan con los dispersos que llegan de todos los puntos cardinales y se dispone a marchar por los llanos. En los altos de la marcha, los sobrevivientes van cantando la letra original de la zamba de Vargas:

Los “nacionales” vienen
¡Pozo de Vargas!
tienen cañones y tienen
las uñas largas.
¡A la carga muchachos,
tengamos fama!
¡Lanzas contra fusiles!
Pobre Varela,
que bien pelean sus tropas
en la humareda.
¡Otra cosa sería
armas iguales!

Luego el ejército mitrista se apropiaría de esa música y le cambiaría la letra a la zamba de Vargas.
El coronel es baqueano de la cordillera. Deja la villa y por escondidos senderos se interna en las montañas para caer por sorpresa en los lugares más inesperados. Es una guerra de recursos, difícil, pero la única posible cuando no se tienen armas y se sabe que la inmensa mayoría de la población le apoyará y seguirá. Como un puma se desliza entre sus perseguidores. No se sabe donde está. Diríase que está en todas partes al mismo tiempo. No se le hace posible a los jefes nacionales arriar gente como ganado, formando contingentes “voluntarios” para la guerra del Paraguay, porque siempre temen que Varela se descuelgue de los cerros y ponga en libertad a los forzados como hizo el otro Quijote, el de la Mancha , con los galeotes.
Cuerpeando las divisiones nacionales, Varela se desliza por los pasos misteriosos de la cordillera. En octubre, mientras se lo supone en San Juan y se lo espera en Catamarca, baja de la cordillera con mil guerrilleros, esquiva a los “nacionales” que han corrido a cerrarle el paso, y al galope va a Salta donde espera proveerse de armas y alimentos. Toma la ciudad por una hora escasa (aunque los defensores contaban con 225 entre escopetas y rifles contra 40 de las montoneras). De allí siguió a Jujuy y por la quebrada de Humahuaca llegó a Bolivia, donde Melgarejo –en ese momento simpatizante del Paraguay- le dio asilo. En Potosí, Varela publicará un manifiesto explicando su conducta y prometiendo el regreso.

Cuando Mitre terminó su presidencia y es reemplazado por Sarmiento, se esperó por un momento que terminase la guerra con Paraguay. No hubo tal cosa, y eso decide el regreso de Varela. (También que Melgarejo ha cambiado de opinión y ahora está muy amigo de Brasil).

El coronel, con escasos seguidores y sin armas de fuego, toma el camino de Antofagasta. Su hueste no alcanza a cien gauchos. Pero en Buenos Aires temen una “invasión”, o una pueblada, por lo que mandan al general Rivas, al coronel Julio A. Roca y a Navarro a acabar definitivamente con el ejército gaucho. No tremolará mucho tiempo el estandarte de la Unión Americana en la puna de Atacama. Basta un piquete de línea para abatirlo en Pastos Grandes el 12 de enero de 1869. Los dispersos intentan volver a Bolivia, pero Melgarejo lo impide.

Toman entonces el camino de Chile. Cuando llega, y dada la fama del caudillo, el gobierno chileno (afin al argentino) manda un buque de guerra para desarmar al “ejército”. Encuentran un enfermo de tuberculosis avanzada y dos docenas de gauchos desarrapados y famélicos. Les quitan las mulas y los facones y los tienen internados un tiempo. Después los sueltan, vista su absoluta falta de peligro. Varela se instala en Copiapó, donde morirá el 4 de junio de ese año. “Muere en la miseria –informará el embajador Félix Frías al gobierno argentino- legando a su familia que vive en Guandacol, La Rioja , sólo sus fatales antecedentes”.

Varela nos dejó a los argentinos su magistral legado de nobleza de alma, dignidad, claridad politica y su coraje militante decidido a empezar siempre de nuevo desde la nada. Y nos dejó tambien una creación esencial de nuestro patrimonio cultural, al traer la zamacueca chilena que tocaban sus músicos para distraer los ocios y entonar el combate de las montoneras. Tal vez la tierra argentina y el acento del canto de los gauchos hizo mucho más lánguidos sus compases. Lo cierto es que en los fogones de Jáchal y en los llanos riojanos nacerá la zamba, que rápidamente se extenderá por toda la región.
Fuentes:
- Agenda de Reflexión Nº 271, Año III, Bs.As. Lanzas contra fusiles. Investigación histórica de José María Rosa.
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar

martes, 26 de abril de 2011

LA PASCUA ES (TAMBIEN) ASI

COMO EL POLLITO

( Y COMO SIEMPRE)

ESTAMOS ROMPIENDO LA CASCARA

PARA NACER...

COMO LA SEMILLA

ESTAMOS RAJANDO LA TIERRA

DE LADO A LADO

PARA NACER...

ES QUE VENIMOS DE LA HISTORIA.

Y VENIMOS DE LA VIDA...

EL TEMPLO DEL QUE PROVENIMOS

ES EL ARBOL DE LA VIDA...

PERO VIVIMOS INMERSOS EN EL TEMPLO DEL MERCADO.

Y ESA ES NUESTRA CONTRADICCION.

NUESTRO TEMPLO SE LLAMA “ENTRE TODOS”

PORQUE NUESTRO NOMBRE ES PLURAL....

EL “ENTRE TODOS” SE SUBE A LA NAVE DEL ESPIRITU

Y VUELA POR LOS RINCONES DE LA HISTORIA

PARA VOLVER CARGADO DE LA EMOCION DE ARTIGAS

DE SAN MARTIN, DE FELIPE VARELA, DEL CHACHO....

DE TODOS NUESTROS INDIOS Y DE TODOS NUESTROS GAUCHOS...

Y DE TODOS LOS INMIGRANTES...

“QUE HAN QUERIDO HABITAR EL SUELO ARGENTINO...”

Y LLEGA AL GRADO DE “SAGRADO”...

PORQUE ATRAVIESA LA TIERRA TODA

Y TODAS LAS ALMAS...

SOLO PARA ESTAR AQUÍ...HOY...

NUEVO, FRESCO RENOVADO.

CAPAZ DE ASENTARSE EN NUESTRAS CONCIENCIAS...

PARA PODER DARLE AHORA

UN NUEVO EMPUJON

CON NUESTRAS PROPIAS MANOS

HACIA EL PORVENIR DE LA HISTORIA.

Juan Ricci

jueves, 7 de abril de 2011

AGRUPACION LOS MORENOS

“El arte de nuestros enemigos es desmoralizar, entristecer a los pueblos, los pueblos deprimidos no vencen, por eso nosotros venimos a combatir por el país alegremente. Nada grande se puede hacer con la tristeza. ARTURO JAURETCHE


¿QUIENES SOMOS?

Somos un grupo de compañeros de Moreno que provenimos de distintos trabajos sociales y políticos, como el Consejo de la Comunidad de Cuartel V, la Mutual El Colmenar, organizaciones sociales en general, docencia en todos los niveles y alguna experiencia en la función publica. Entendemos que todas esas actividades han formado parte de nuestra militancia. Por militancia entendemos el trabajo abocado a la producción de conciencia... destinado a ampliar los alcances de nuestra conciencia, personal, grupal y social, produciendo cambios que mejoran la calidad de vida en la realidad y en nuestras vidas.

MILITANCIA BARRIAL = ESPIRITU POPULAR + CONCIENCIA

¿QUE QUEREMOS?

Queremos colaborar de manera protagónica en la resolución de nuestras necesidades. Entendemos que la manera más clara de abordar ese trabajo es desde una mirada política de los hechos y las situaciones históricas. Sabemos que para eso necesitamos información, pero llamamos información no solo a la que nos llega mediatizada (por los medios) sino sobre todo a la que nosotros podemos obtener directamente desde nuestros vínculos con el barrio.

LA INFORMACION NOS DA FORMA

La forma organizativa que vamos tomando depende de esa información. Por eso procuramos tener en claro la procedencia de nuestra formación. Procuramos un pensamiento arraigado al territorio pero capaz de elevarse a planos nacionales, americanos y mundiales. Sabemos que la verdad no descansa en un solo lugar, por lo que preferimos lo heterogéneo a lo homogéneo. Tratamos que nuestro deseo político ponga el sentido a nuestra marcha.

NADIE ES MAS QUE NADIE

Privilegiamos el entusiasmo por sobre los resultados: no trabajamos para llegar, trabajamos para vivir, y dar lugar a la emoción. Cultivamos nuestros vínculos, y tratamos de que el cambio de largo plazo que proyectamos esté presente en cada momento de nuestras relaciones personales.

NUESTRO CONTEXTO

Valoramos este contexto histórico que ha podido reunirnos... que nos ha hecho reencontrar con la esperanza y con los sueños; y que nos pone por delante el desafío de crecer en organización y poder popular para concretar el histórico Proyecto Nacional y Popular.

PENSAMIENTO REFLEXIVO POR SOBRE PENSAMIENTO ESPECULATIVO

Frente a la cantidad y la calidad, preferimos la calidad. Frente a la emoción y la especulación nos quedamos con la emoción.

Entre SER y TENER queremos SER y aún mejor, ESTAR SIENDO

Sin embargo entendemos que la cantidad, el cálculo, el poder y la ambición forman parte de nuestra realidad humana, y por suerte siempre estarán presentes. Por eso queremos proveernos de una ética que nos permita abordarlos (no ignorarlos) en coherencia con nuestro proyecto social y militante de vida. Y eso nunca terminaremos de aprenderlo. Nuestra universidad de aprendizaje es la política que transforma la realidad y nos transforma día a día.

LA TAREA POLITICA COMO PROYECTO PEDAGÓGICO

Nos proponemos desplegar, desarrollar, liberar, hacer soltar, desinhibir las fuerzas que en cada compañero –o en cada organización- están en potencia. Nuestra política es producir la realidad. La realidad que queremos. Para eso primero queremos hablarla, decirla en palabras. Pronunciar-nos. Después queremos llevarla al acto material, para lo cual nos hace falta una cierta coordinación de los movimientos, una cierta simultaneidad, una concordancia, una percepción compartida, una sensibilidad particular. A eso le llamamos organizar desde nuestros vínculos y desde nuestros afectos.

ORGANIZAR ES RECONOCERNOS

EN CADA COMPAÑERO: POTENCIA Y NO SUBORDINACION

EN EL BARRIO: AUTONOMÍA Y SOBERANIA

PARA QUE MORENO SE PRONUNCIE

viernes, 4 de febrero de 2011

CONSEJOS DE LA COMUNIDAD DE MORENO

Historia de un comienzo

Era, recuerdo, un mediodía de invierno de 1986...los tres amigos salíamos de la ciudad de Moreno en un citroën que se desplazaba por Nemesio Álvarez rumbo a los barrios de Cuartel V, lugar donde las necesidades eran y siguen siendo, muchas. Veníamos de una reunión política y en nuestra conversación seguían dando vueltas un montón de preguntas:

-¿Cómo haremos para democratizar la política?.

-¿Cómo haremos para que muchos tengan la palabra?

-¿Cómo haremos para generar un lugar de poder desde donde luchar por nuestros derechos?

-¿Cómo haremos para no ser carro de nadie, y si autoridad de nosotros mismos?

-¿Cuál es la formación que necesitamos para crear esa autonomía y esa autoridad?

-¿Cómo promovemos una actividad que convoque a muchos?....

-¿Cómo logramos interesar –y entusiasmar- a muchos en el trabajo común?

El Mundo se conmovía con la caída del Kremlin y la URSS, Gorvachov promovía la Perestroika, Busch padre lideraba a EEUU; en Argentina recién salíamos del Juicio a los comandantes del proceso militar, y gobernaba Alfonsin. En Moreno había caído el intendente Ibáñez, y Coco Lombardi asumía la conducción del Municipio.

Y nosotros en el citroen íbamos pensando...

El desafío que queríamos proponernos era generar una autoridad colectiva social, que pudiera reflexionar y elaborar ideas propias, de cada localidad, y luego llevarlas a la acción, pero no de la mano de una persona, de un solo dirigente, sino como resultado del trabajo interesado de muchos...Ni siquiera era que queríamos que la comunidad, o el barrio, fuera conducido por cuatro o cinco sabios, aunque tuvieran buena voluntad. Queríamos, pensábamos y trabajamos para encontrar la manera de que cada vez hubiera una actitud mas sabia en la mayoría de los vecinos. Una actitud autónoma, creativa, democrática, participativa y tendiente a la unidad.Y entendíamos que esa actitud liberadora no podía tomar forma sino en el mismo espacio popular.

Eso fue el Consejo de la Comunidad de Cuartel V.

Un espacio para pensar y hacer lo que necesitábamos todos. Que iba tomando forma.

Pero las necesidades eran muchas, y las respuestas desde las instituciones muchas veces no cubrían esas necesidades. Por lo tanto había que pensar en los recursos existentes, conocidos, aceptados, y en otros nuevos, que teníamos que inventar, o descubrir, animarnos incluso a lo inaceptado. Necesitábamos, además que nuestra característica fuera el entusiasmo, y para eso teníamos que aprender a reconocer, no solo conocer, a cada persona, a cada uno en su particular valor. Que nadie se sintiera mas que nadie. Y teníamos también que lograr una pluralidad importante, una unidad mas allá de la diversidad cultural o partidaria, y ahí apareció nuestro lema “Todo nos Une”.

Porque, decíamos, las carencias nos unen a todos. El barro también nos une.

Aquel Consejo de la Comunidad de Cuartel V hizo historia en Moreno. Los barrios obtenían el equipamiento comunitario que hacía falta (escuelas, delegación municipal, asfaltos y mejorados, ambulancias, atención primaria, tierra propia, transporte comunitario, etc.) desde la reflexión y el trabajo autónomo de toda la comunidad. En la memoria colectiva ha quedado el recuerdo de un espíritu especial, que hasta el día de hoy conmueve a los que lo vivieron. Porque a pesar de que han pasado algunos años desde aquella vivencia, hoy sigue vigente esa necesidad de autoridad autónoma y colectiva; de una conciencia de todos que piense en Moreno, desde nosotros, con nuestra imaginación y desde nuestras necesidades.

Somos “el soberano”. Como pueblo somos quien debe discutir los actos del poder publico delegado, elegir, decidir, evaluar a sus representantes, proponer, instruir, desaconsejar, aprobar. La democracia representativa no debe implicar dejar de lado nuestro cuidado y control de esa representación, y sobre todo debe construir la posibilidad de estar presente institucionalmente, en condiciones de ser consultada y manifestada. Esa porción de poder debe siempre permanecer en manos del pueblo.

Podemos reunirnos en Consejos de la Comunidad que discutan las medidas que necesitamos, las cuestiones publicas que nos interesan, y al mismo tiempo que construyan institucionalidad desde una vocación instituyente. Quiero decir, que den carácter institucional al espíritu publico de la comunidad.

Si no lo hacemos, porque delegamos la totalidad del poder en nuestros representantes, o por “prudencia”... o mera indolencia, habremos abdicado de nuestra “corona” soberana, a favor de personas que no necesariamente actuarán impregnadas de fervor social y compromiso por nuestros indelegables intereses colectivos.

Juan Ricci