viernes, 25 de septiembre de 2009

SOBRE QUE SE ENTIENDE POR ECONOMIA SOCIAL Y LA ECONOMIA SOCIAL COMO PROYECTO POLITICO VITAL

CUESTION:
A partir de la definición del campo de la economía social se presentan diversos problemas, no solo de índole investigativo sino también profundamente políticos, ya que en la misma definición quedan impresos de alguna manera el universo simbólico de significaciones y los objetivos de quien la formula.
DEFINICIÓN DE LOS COOPERATIVISTAS:
Para los cooperativistas la economía social es el espacio social en el que actúa el conjunto de cooperativas y mutuales del país. Se trata de intercambios económicos, sociales y culturales entre organizaciones que no tienen fines de lucro y si, en cambio, objetivos sociales. Tanto los cooperativistas como los mutualistas tienen siete principios que aluden –entre otros- a la igualdad jurídica de cada miembro cooperativo, a la libre asociatividad y al compromiso social de la organización con la comunidad, principio este incorporado a las cooperativas mas recientemente por la Alianza Cooperativa Internacional.
DEFINICIÓN DE LAS ONGs:
Para otro grupos, por ejemplo el de las ONGs, la economía social se compone de cooperativas y mutuales y también fundaciones y otras organizaciones sin fines de lucro como asociaciones civiles e instituciones de ayuda social. Como se unifican los conceptos de economía social y tercer sector, algunos excluyen a las empresas del estado. Otros, para oponerse a este planteo tan “privado”, incluyen en ese conjunto expresamente a esas empresas. De esta manera la economía social viene a ser una opción económica, social y política cuya preocupación fundamental sería justamente el restablecimiento de los auténticos valores y principios, fundamentalmente la solidaridad, la justicia, la equidad. En algunos casos se justifica esta voluntad con el argumento del “egoísmo inteligente”. Es decir, si no colaboro para que exista un poco mas de justicia, las consecuencias de tal estado de cosas nos alcanzaran en algún momento. Es este particular sentido de reciprocidad que alumbra los significados de solidaridad, justicia y participación de cierta modernidad solidaria.
PARA NOSOTROS:
Para nosotros, la economía social se compone fundamentalmente de todas las estrategias que hace la gente para reproducir la vida al margen de la lógica de la ganancia, o del calculo económico elemental.
El CALCULO ECONOMICO ELEMENTALY LA RUEDA DE MARX
¿Qué es el calculo económico elemental?.Para Marx, la esencia del capitalismo estaba dada justamente por el carácter que ese sistema le confería al dinero. Mientras durante toda la historia el hombre usó el dinero para cambiarlo por bienes de uso, solo en el capitalismo el dinero se convertirá en mercancía capaz de dinamizar una racionalidad que busca ganar siempre mas. La inversión de dinero en mercancías (o bienes de cambio) no esta destinada a satisfacer necesidades sino a ganar mas dinero, que nuevamente será invertido para obtener aun mas dinero, y así sucesivamente. El calculo económico elemental se ilustra con la fórmula D’ > D. Es decir, dinero final siempre mayor que dinero inicial. Esa rueda, decía Marx, no tiene fin, mientras que la de los bienes de uso si lo tiene. Podríamos agregar que esa rueda interminable ha sido montada sobre un mundo físico “terminable”, y que el problema alcanza limites extremos cuando el capitalismo ha pasado a ser un proceso civilizatorio de alcance mundial.
EL ESTADO MODERNO
Es sabido que la creación del estado moderno data de la desintegración del Sacro Imperio Romano Germánico como consecuencia de la Paz de Westfalia, en 1648, cuando cada pequeño feudo o reino cobró una cierta independencia, que en el curso del tiempo, Revolución Francesa mediante, alcanzaría las características del estado burgués mas o menos como lo conocemos en nuestros días.
LA REVOLUCION FRANCESA Y EL ESTADO BURGUES:
Muchos autores ubican la fecha de nacimiento del capitalismo justamente en 1789, año de la Revolución Francesa, o burguesa, porque si bien el proceso data de unos cuantos años antes (allá por la Paz de Westfalia), es ahí cuando quedan consolidadas las instituciones de la sociedad que van a garantizar el funcionamiento, permanencia y crecimiento de esa manera particular de producir, sentir y vivir que es el capitalismo. De todas las instituciones creadas, el Estado será la madre, la mas importante de todas y –a cuya imagen y semejanza- se desprenderán todas las demás. Lo mas importante es que este estado ha sido llamado con justicia burgués, porque no solo esta destinado a garantizar un modo de producir, sino por sobre todo, va a garantizar la vigencia de una racionalidad. Una manera particular de concebir al hombre, a la familia y a la sociedad, al espacio, al tiempo, al desarrollo y al progreso, basada en la tecnología y el saber técnico; y en un modo especial de saber al que llamará ciencia.
De todo eso, el ultimo garante será ese Estado.
LA CONSTRUCCIÓN DE HEGEMONIA DESDE EL ESTADO:
De la mano de Gramsci puede uno recorrer los caminos de la construcción de la hegemonía estatal, por medio del consenso y la coerción. Simplificando su teoría se puede decir que el Estado no es solo el aparato administrativo, sino que se extiende hasta la sociedad civil. Ese estado ampliado de Gramsci se mueve con dos poderosos brazos para mantener la hegemonía burguesa. Desde la sociedad civil con el consenso y desde el aparato administrativo de la sociedad política con la coerción. Este consenso aparece bajo la forma del deber ser, de lo que está correcto, útil, eficiente, lo racional, caracterizado en la unidad fundamental de todo ese sistema que es la “razón social”, es decir la empresa. Por oposición, todo lo que se haga inspirado en una lógica distinta obtendrá el calificativo de irracional. Y cuando el consenso entra en crisis y la irrupción de lo irracional se vuelve amenazante (recordemos la definición de Videla sobre “la subversión”), el estado puede apelar a la coerción.
LAS INSTITUCIONES ESTATALES:
Siguiendo a Gramsci, muchos autores, de los cuales voy a tomar a Virno, llegan a decir que esa hegemonía estatal se extiende hacia la sociedad civil en otras instituciones, que Virno llamará estatales, porque, aunque afirmen explícitamente que no forman parte formal del estado, como por ejemplo las organizaciones no gubernamentales o ONGs, comparten la misma lógica y la misma racionalidad. Estas instituciones tendrían una lógica estatal, toda vez que su objetivo principal no solo no cuestiona sino que consolida, extiende y fortalece por medios distintos a los de la empresa, la racionalidad burguesa y su lógica irracional de la rueda interminable, montada sobre la finitud del mundo, que venimos a ser los seres humanos.
Las ONGs, y también muchas cooperativas y mutuales y asociaciones de bien publico juegan de esta manera, a veces también ingenuamente, un rol de bomberos o de asistencia publica de los “efectos no queridos del mercado”, al centrar su accionar en el cuidado de las heridas y la rehabilitación de los inválidos –la llamada inclusión- sin cuestionar las razones mismas que llevan a la sociedad a ese estado de cosas. Por esta razón podríamos decir que se trata de un proyecto des-politizador.
LA AUTONOMIA COMO PRODUCTORA DE LA HISTORIA
Para nosotros la economía social se funda en otra manera de producir, distinta a la hegemónica desde el punto de vista de las relaciones. En el acto de producir, se condensa la historia. Todo lo que ha devenido el hombre aparece en el acto de producir aquello que necesita para la vida. Dicho de otra manera, no podría el hombre producir sin conjugar integralmente en ese punto toda la historia social que lo atraviesa. Para Castoriadis, la historia sería justamente la posibilidad humana de incorporar nuevos significados a la vida espacial y temporal. Este autor llama autonomía a la capacidad de “romper el cerco” de información, conocimiento y organización de las sociedades tradicionales. Cuestionar las instituciones y las significaciones establecidas, que representan los principios y los valores del cerco, representa para Castoriadis una ruptura con rango de creación ontológica porque implica el acontecimiento de una autoalteracion de la sociedad.
LA ECONOMIA SOCIAL COMO RUPTURA CREATIVA O COMO CONJUNTO DE INSTITUCIONES INFANTILES:
En este campo de ruptura creativa se ubica la economía social, aunque también esta dinámica exige un carácter circular, un entrar y salir, ya que “los elementos se presuponen unos a otros y solo tienen sentido unos por los otros” dice Castoriadis. Sería como un no abolir lo anterior. Esta circularidad también esta presente en Virno cuando dice que las instituciones que necesitamos deben tener las características del niño, el las llama infantiles. El niño siempre será fiel a su deseo y además, para concretarlo relativizará la norma. No la elimina, ni lucha por su terminación o abolición, solo la gambetea. Virno opone por esta razón las instituciones infantiles a las estatales, cuya rigidez solo reproduce las significaciones posibles en esa sociedad. La circularidad sería así la capacidad de vivir en un mundo ya significado, determinado, y al mismo tiempo crear condiciones de vida distintas –resistir, resignificar- , que solo tienen sentido en cuanto existe una situación anterior que resulta insostenible.
De manera que la economía social sería una manera distinta de producir, distribuir, circular y consumir, pero como ello no sería posible sin un entramado de instituciones que garantizaran ese otro modo de producción, y por lo tanto las consecuentes relaciones, puede decirse que la economía social es tal, solo cuando llega a constituir un sistema interrelacionado de instituciones y practicas que organizan, como una “mano invisible”, la resolución de las necesidades genuinas de todos los miembros de la sociedad.
EL CAMBIO DE PARADIGMA Y EL TRABAJO DE LA ECONOMIA SOCIAL
Para que tal cosa ocurra, parece necesario que la sociedad esté ubicada en otro paradigma. Para Kuhn, el paradigma es “una completa constelación de creencias, valores y técnicas compartidas por los miembros de una sociedad”. Y lo que él llama cambio de paradigma se da justamente cuando la sociedad cambia la mirada sobre la manera en que piensa interpretar y organizar la realidad, y eso es justamente el trabajo de la economía social. Estos tiempos son llamados justamente de cambio paradigmático, o de impasse. La situación de impasse se caracteriza por la carencia de instrumentos o herramientas verdaderamente efectivos para satisfacer las necesidades que aparecen. Lo viejo no sirve y lo nuevo, citando a López Petit, es lo imposible. La consecuencia, dice este autor, es el malestar, incorporado ahora en nuestras vidas como cuestión social. Pero lo imposible no es mas que lo que aparece denegado por la racionalidad hegemónica, lo que para ella se justifica invalorado, aun en un marco democrático.
Es interesante el planteo de López Petit, sobre la terapéutica del poder. Este autor dice que el poder dominante llega hasta permitir cierta resistencia, ciertos modos de resistencia, solo para que “nuestra vida privada, desprovista de vitalidad, no nos ahogue”, pero esa terapéutica estaría destinada solo a mantenernos en un estado precario del ser.
Esa precariedad no es solo laboral, sino que configura nuestro ser, y caracteriza el hecho mismo de vivir. Sentir a medias, vivir a medias. O crear organizaciones que, solo por inconciencia, llamaremos de la economía social. López Petit dice que resistir es resistir-se, ya que “la realidad que nos oprime es la misma realidad que construimos viviendo”.
El trabajo de la economía social no se limita a la producción de bienes. Es también trabajo humano de la economía social aquella actividad cuyo resultado es la construcción de una realidad que acompañe y despierte la liberación de nuestra potencialidad, entendida como la canalización de los esfuerzos en lograr la satisfacción de los deseos vividos en ese momento y ese tiempo.
LA ECONOMIA SOCIAL COMO PROYECTO POLÍTICO VITAL
De esta manera, frente al diseño político y económico del capitalismo montado sobre un modo de producción centrado en el capital e implementado globalmente como proyecto civilizatorio, la economía social se plantea como un proceso político que comienza por la implementación de practicas personales y colectivas que en si mismas constituyen una resistencia a un modo hegemónico. Se trata de un proyecto político vital que se funda en hacer posible la ruptura del cerco dominante, instaurar practicas diferentes, clandestinas, y crear instituciones que avalen estas practicas –desclandestinicen- para finalmente entrelazar esas organizaciones e instituciones en un sistema guiado por las necesidades genuinas de la sociedad.
Juan Ricci