Me la he pasado preguntando y preguntándome...qué es hacer política hoy?. En un mundo que ha cambiado tanto, que cambia nuestras cabezas sin que nos demos cuenta, que exige nuevos reaseguros para no equivocarse (como la creación y pertenencia a grupos de acción y reflexión...!)....La respuesta a esa pregunta no parece posible encontrarla sin una mirada teórica pero sobre todo practica y colectiva. No nos alcanza con la mera racionalidad individual. Esa cabeza individual nos juega malas pasadas...y puede hacernos ver como transformadoras acciones que son simplemente consecuencia de nuevos y renovados dispositivos de disciplinamiento y subordinación, para darle continuidad a un orden de cosas que no nos conviene. Por eso he tratado durante toda mi militancia –y especialmente en los últimos tiempos- de privilegiar el grupo para trabajar puntualmente en un proyecto que abarcara la pluralidad, es decir -muchas personas teniendo maneras diferentes de ver las cosas- articuladas en una unidad política. En ese trabajo de unir diferencias para un objetivo común me he sentido verdaderamente haciendo política. Como en el pasado.
Moreno es una realidad especial, muy, pero muy diferente a la de la ciudad de Buenos Aires o la de cualquier distrito del conurbano. Y yo siento interés por hacer política en Moreno, territorio desde donde puedo ser. Porque cualquier cosa que haga en mi vida tendrá sin duda el sello de mi vida en Moreno: el peronismo...y Evita...!....mas allá de la connotación partidaria (y quizás especialmente afuera de ella) Cuartel V, el consejo de la comunidad, la lucha por El Colmenar, la militancia, la huelga de hambre, los compañeros, los afectos....las lealtades, los errores, las discrepancias....las emociones... mis amigos, mi compañera, mis hijos. Otra sería mi vida y mis decisiones si hubiera vivido en la Ciudad de Buenos Aires.....o en cualquier otro lado.
Por eso desde esta mi historia, mis creencias y mis sentires, territorializados, trataré ahora de nombrar las razones por las cuales he dado este paso de regreso al peronismo.
La primera, es por la vía de comunicación. ¿desde donde vamos a hablar con la gente?. Nuestra historia es la historia de la resolución de una contradicción, entre la verdad racional y el instrumento de comunicación. Cuando nos quedamos con la verdad racional, perdemos el instrumento de comunicación, porque el peronismo en Moreno es eso: un código de intercambio con la gente. La verdad racional en Moreno puede ser el Frepaso, la Alianza, la Coalición Cívica...y Proyecto Sur. No es que yo diga que esta mal, no está mal, y hacen falta. Pero en Moreno no podemos ser solo verdad racional. Necesitamos compartir códigos comunes de necesidades, de amistad, de vivencias, de sentimientos, de modos de vida, de afectos, de lealtades. Y, para mi, eso es, aquí, el peronismo. La posibilidad de andar en los dos caminos a la vez, dialogo y racionalidad, reflexión arraigada, compromiso con el mundo, todo junto, para mi se llama peronismo.
La segunda –se parece a la primera- es por la lealtad al territorio. Hemos creído que somos leales siéndolo a una idea. “Nos debemos a la pureza de la idea”. Pero la idea la sustentan los hombres y mujeres sobre la tierra. Y cuando el territorio tiene una idea, expresada en un código de afinidades, quizás esta no sea la idea mas pura, mas elaborada, mas racional, y que mas se condice con la realidad. Pero es la idea de mi territorio, y solo navegando en esas aguas las puedo modificar, porque son ideas y son código. Si las racionalizo, también racionalizo el código, y quedamos afuera del intercambio. De modo que la lealtad al territorio nos permite participar en el intercambio para su modificación y crecer en ideas y en acción.
La tercera –tiene que ver con la segunda- es por todo lo que le falta al peronismo. Los dirigentes de Moreno de pequeños partidos políticos tienen dificultades en comprender la practica de aquello de “todo nos une”. Pero la vida me ha enseñado eso: en Cuartel V, a los habitantes de Cuartel V, la verdad es que todo nos une: la falta de escuelas, de viviendas, de agua potable, de gas natural, de salud, de justicia... el barro...! el manoseo diario de la política clientelar. Todo nos une, si verdaderamente elegimos trabajar por obtener lo que necesitamos, antes que priorizar nuestras diferencias. Y esto es extensible a Moreno entero, ávido de unidad, como todo lugar humano lleno de necesidades.
Esto parece ser lo que falta....pero desde partidos pequeños con grandes personalismos parece primordial diferenciarse y les cuesta mucho largarse a reunir en un gran abrazo a todas las expresiones dispersas del fragmentado campo popular. Las viejas y las nuevas, todas las de buena voluntad. Por supuesto que no es fácil, pero eso sería –para mi- hacer política, por lo menos la que entusiasma. Sin embargo los personalismos son mas fuertes –en estos grupos pequeños- que el partido que los reúne. El peronismo es un movimiento histórico mucho, pero mucho mas grande y vital que cualquier personalismo que lo habite. De modo que parece posible participar en su disputa y hacer aparecer en el juego de la realidad de MORENO otra posibilidad.
La cuarta, es que parece razonable e inteligente –además de ver su limitaciones- reconocer los logros del kirchnerismo. Aun pensando que la esencia de su inspiración no haya sido la mera justicia sino el calculo, esos logros se hicieron. Otros, en cambio, hicieron cosas terribles. Y el poder funciona así. El poder funciona por su conveniencia, pensar lo contrario sería ingenuo. Para crear algo distinto, es decir que la conveniencia del poder coincida con la del pueblo es necesario llenar al poder de pueblo, y eso –que ha sido nuestra histórica ocupación militante- parece posible desde el mismo kirchnerismo.
La quinta es la alegría de los compañeros y la probable incomodidad de los que hoy gobiernan Moreno. Estos, se sentirán probablemente muy seguros mientras mucha gente capaz de Moreno se refugie en partidos pequeños, porque hasta que esas fuerzas puedan poner en riesgo la estabilidad, impunidad y permanencia de ellos como gobernantes, falta posiblemente mucho, mucho tiempo. Por eso seguramente aplauden la permanencia en esos partidos.
Pero los compañeros se ponen contentos cuando aparece la posibilidad de alterar, de perturbar de alguna manera esa paz pueblerina que ya lleva 20 años, con mandatos consecutivos, sin renovación ni oposición contundente, con carencia manifiesta de políticas; y algunos dicen que con desidia y hastío. Los compañeros que sentían la frustración de todo lo soñado, lo esperanzado, y que pensaban como muy difícil cualquier alteración de la realidad morenense, creen ver una posibilidad de cambio y eso nos pone contentos. Parece que la sangre comenzara a correr mas oxigenada con la sola posibilidad. Por lo menos eso es lo que vivimos en este momento. Tampoco se trata de ir contra nadie, eso sería una grave reducción de nuestro proyecto. Solo de ir decididamente por lo que creemos: la construcción de la compleja trama de la pluralidad, en el sentido popular, en estrecho dialogo con la población, en una estrategia capaz de conquistar espacios de decisión. Es decir: el viejo sueño del Consejo de la Comunidad, del Colmenar, de Cuartel V...de toda nuestra militancia en Moreno.
Esta es una decisión, en la que me acompañan otros compañeros; no es una pura verdad, es simplemente la que podemos expresar en este momento....posiblemente incompleta, subjetiva, mas sentimiento en trabajo de objetivación que racionalidad elaborada...pero es una verdad que nos pone en movimiento, activa nuestros vínculos, y –sentimos- nos lanza para adelante, hacia la vida, como una flecha.
Juan Eugenio Ricci